Este tipo de crowdfunding se compone de ofrecer, a cambio del compromiso del inversor, acciones sobre los beneficios de la empresa, precisamente como con cualquier actividad comercial.
El crowdfunding de inversión, que algunos llaman equity crowdfunding o incluso crowdequity, es aquel en el que las personas que aportan fondos o apoyan al proyecto (inversores) reciben participaciones de los beneficios del proyecto.
Por lo tanto, es necesario, o bien tener un capital social que pueda ampliarse dando lugar a las participaciones, o bien poder comprometerse a repartir parte de los beneficios de una sociedad entre dichos inversores.
De esta manera, el reembolso no es rápido, esperando a que la empresa, generalmente pequeña o mediana, florezca y sea más fructífera. Además, la suma aportada es normalmente más alta que la del crowdfunding de recompensa.
De cualquier manera es imprescindible que el proyecto sea propiedad de una sociedad que pueda repartir participaciones o beneficios a las personas participantes en la campaña de crowdfunding.
El crowdfunding de inversión se utiliza principalmente en startups o pequeñas empresas en fase de crecimiento. Se trata del primer tipo de crowdfunding financiero, junto al crowdfunding de préstamo, que detallo más abajo.
En el crowdfunding de inversión, el compromiso adquirido se trata como un compromiso de capital y el inversor se convierte en cómplice de la empresa que promueve el emprendimiento, con el privilegio de interesarse para obtener una parte de los beneficios de la empresa.
El principal tributo aplicable en este caso es el IS (Impuesto de Sociedades) que deberá calcularse en cada ejercicio contable para presentar las cuentas de la compañía financiada.
Algunas plataformas destacadas de inversión son Capital Cell y Crowdcube, entre otras.